miércoles, 11 de mayo de 2011

PRECURSORES O ESTÚPIDOS

Allá por el final de los años cincuenta y pricipios de los sesenta del siglo pasado (como es lógico), aparecía por el Seminario Diocesano en Granada un señor que, además de tocarse constantemente la cabeza, acariciaba una botella de agua. Todos sabíamos que era "El tonto de Viznar". Los gestos reseñados eran interpretados por los "listos" (nosotros) como señales inequívicas de su estupidez.
Pasados los años, en la década de los ochenta, alguien fue pionero en adquirir un teléfono movil. Los "listos" en el Comité de Empresa de la Universidad de Granada, no dudamos en calificar al pionero como "El tonto del teléfono" (para mayor rapidez: "El tote").
Hoy día, muchos caminan con una botella de agua en la mano(¿para no desidratarse?)y con un telefonino por el que se comunican con...frecuentemente. Entre los últimos, los más avanzados usan un complemento que da la impresión de que hablan solos y se contestan a sí mismos. Es lo que antes se decía de un loco: habla solo y se contesta.En los casos reseñados, los protagonistas eran precursores o estúpidos. Si precursores, los listos de entonces no lo éramos tanto; si estúpidos, es que la estupidez se ha generalizado