miércoles, 30 de mayo de 2012

Sobre el caso Krahe

Me es incomprensible que una Iglesia que lleva siglos hablando de comer el cuerpo y beber la sangre, se escandalice de que alguien proponga cocinarlos. Quizá tanto comer carne y beber sangre a alguien le resulte duro (a los apostóles les pareció, según el evangelio de S. Juan), y aplauda la iniciativa de este señor.

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